Viernes, 26 de Abril de 2024
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Técnicas de expresión oral

Técnicas de expresión oral

Tan o más importante que tener una buena idea es saber exponerla y darla a conocer. Hay muchos proyectos válidos que, como consecuencia de no haberse sabido explicarse bien, no acaban saliendo a la luz. En la misma línea, trabajadores muy cualificados con buenas ideas no consiguen ascender o progresar en la empresa porque no son capaces de hacer llegar a los demás el resultado de su trabajo. Por este motivo, es importante conocer las técnicas de expresión oral y desarrollarlas.

Además, no solamente sirve para el día a día del trabajo, sino por otros aspectos de la vida. La capacidad de comunicarse es vital, por ejemplo, para aquellas personas que buscan trabajo y tienen que pasar diferentes pruebas de selección.

¿Qué técnicas de expresión oral son las más adecuadas?

Hay una serie de variables y consejos que son importantes seguir en todo acto comunicativo que entrañe un contacto con otros:

Tono adecuado de la voz

Es importante modular la voz en relación a la amplitud de la sala y el número de personas que se tienen delante. Así pues, en caso de encontrarnos en una sala pequeña, el tono tiene que ser medio, no demasiado estridente porque genera incomodidad, ni tampoco muy bajo porque dificulta la comprensión. En cambio, en un entorno donde se precisa más espacio, entonces sí que hay que alzar la voz para poder ser escuchados también por las últimas filas. Además, un tono de voz fuerte puede transmitir seguridad.

Correcta pronunciación

Hay gente que, a causa de los nervios, habla muy deprisa y no se le entiende. Por lo tanto, es mejor hablar más despacio y pronunciar correctamente cada una de las palabras. En caso contrario, el público desconectará y no le llegará la idea que se quiere transmitir.

Mirada en barrido

No fijar la mirada a una sola persona o a un solo punto. En caso de hacerlo, se “excluye” del discurso a todos los otros. Por lo tanto, hay que ir moviendo la cabeza de tal forma que todas las personas se sientan implicadas en la explicación.

Ideas claras

Es recomendable ser precisos sobre los conceptos o ideas clave a transmitir. De todo el discurso, hay algunos conceptos que se quieren dejar claros, las ideas principales. Hay que remarcarlas y exponerlas una vez tras otra para que queden en la mente de los oyentes.

Evitar muletillas

El uso de palabras como “cosas”, “bueno” y similares denota falta de lenguaje y desconocimiento del tema que se está tratando. Pueden servir una vez, pero no hay que abusar de ellas.

Gesticular

La expresión oral va de la mano de la expresión corporal ya que las personas, además de escucharnos, también nos están viendo. Por lo tanto, la forma de movernos tiene que ir a la vez del discurso. En este sentido, hay que evitar movimientos muy bruscos y ser más suaves a la hora de transmitir y movernos.

Pausas para enfatizar

Las pausas también sirven para coger aire, especialmente en aquellas exposiciones que son más largas. Este tipo de pausas “dramáticas” sirven para captar la atención y, a la vez, también permiten un reposo al oyente, que habrá escuchado mucha información en poco tiempo.

Mantener una actitud y gestualidad abierta

Evitar tener los brazos cerrados o las piernas excesivamente juntas. Son posturas que denotan poca voluntad de abrirse y escuchar, cuando justamente el objetivo es todo el contrario: transmitir.

No mantenerse quieto

No mantenerse siempre estático en el mismo lugar durante la explicación. Si se está siempre en igual lugar, se transmite una sensación de poco dinamismo y también cansa al espectador, que también quiere ver movimiento y fuerza en la explicación.

No dar la espalda al público

Una de las técnicas de expresión oral más importante es mantenerse enfrente del público en todo momento. En caso contrario, se puede malinterpretar como una falta de educación o un signo de vergüenza o inseguridad.

Probar el micrófono

En caso de tener que utilizar micrófono porque se está dirigiendo a un espacio muy amplio, comprobar que funciona y que no dará problemas en forma de interrupciones.

Utilizar material de apoyo

Las palabras se las lleva el viento, dice el refrán. De toda una larga explicación, es imposible estar en todo momento atento al cien por cien y, como consecuencia, puede que alguna idea clave se pierda por el camino. Por ese motivo, es importante utilizar diapositivas donde se escriban, de forma muy esquemática, las ideas a tratar en cada momento.

Utilizar cuadros o gráficos

Son elementos visuales que ayudan a comprender determinados conceptos, especialmente secuencias temporales y determinados conceptos más técnicos.

Dar cifras y datos

Para aumentar tu seguridad al exponer ante otras personas, intenta apoyar tu discurso en datos. Los números son irrebatibles, de aquí que cualquier explicación contrastada con cifras difícilmente generará algún tipo de disputa ni discusión.

Fomentar la participación entre los asistentes

Es una forma de mantenerlos despiertos y atentos durante la explicación y les hace sentir partícipes del proyecto y valorados. Además, puede que alguien tenga alguna idea o aportación interesante a aportar que se puede añadir a lo que se está exponiendo.

Mostrar interés ante las aportaciones

No solamente hacer participar, sino también incorporar estas ideas y aportaciones a la explicación general y recordarlas en las conclusiones finales.

Responder las preguntas de forma clara, concreta y concisa

Es normal que ante un proyecto nuevo surjan dudas. Por ese motivo, no hay que incomodarse ante las preguntas. Además, hay que ser capaz de responderlas de forma específica y clara, entrando en los aspectos concretos de la pregunta, no en otras divagaciones sobre otros aspectos.

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