En una conferencia en TED, Ito aclara que, después de la irrupción de internet, “el mundo se convirtió en extremadamente complejo, extremadamente ‘low cost’ y extremadamente rápido”.
Los costes de la innovación se han desplomado por los efectos de la colaboración en la investigación, así como por el abaratamiento de los gastos de distribución y comunicación, así como del montante necesario para lanzar un nuevo producto. Esto ha hecho que los nuevos emprendedores de éxito estén trabajando con un nuevo grupo de principios.
Antes, para crear un nuevo servicio o producto había que crear prototipos detallados que podrían costas millones. Por eso, era necesario que alguien con amplios conocimientos de negocios –finanzas, estrategia- creara un plan de negocio y buscara esa gran cantidad de dinero entre fondos de inversión y grandes empresas.
En la actualidad, por el contrario, estudiantes “sin que nadie les dé permiso” simplemente crean algo nuevo, después consiguen de algún modo el dinero y crean una especie de ‘business plan’. La gente con conocimientos de negocios –MBA- puede que lleguen después. Los test A/B –pruebas directas de mercado con alternativas- y las iteraciones –cambios rápidos tras fallar la entrada en el mercado- están a la orden del día.
Durante su conferencia, el director del Media Lab del MIT esboza tres principios que sí funcionan en el emprendimiento actual: