Sábado, 20 de Abril de 2024
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Qué opciones tienes si no puedes pagar el alquiler de tu local

Qué opciones tienes si no puedes pagar el alquiler de tu local

Cuando comenzamos con un negocio enseguida pensamos en alquilar un local comercial si es necesaria la venta al público, pero pagar la renta del arrendamiento se puede convertir en una pesada carga cuando haya algún mes en el que no tengamos ingresos o éstos sean reducidos.

El pago de la renta del arrendamiento es una de las principales obligaciones del arrendatario y su incumplimiento puede dar lugar a un juicio de desahucio con todos los gastos y molestias que ello conlleva. Por lo tanto, debemos intentar evitar, en la medida de lo posible llegar a ese extremo para que la deuda no crezca y para no producir perjuicios al arrendador y a nosotros mismos.

Lo primero que hay que hacer es leer atentamente el contrato firmado que, aunque parezca obvio, hay veces que no se hace y nos puede ayudar a saber qué derechos y obligaciones hemos pactado. A continuación, os planteamos varias opciones para los casos en que tengáis dificultades para pagar la renta y queráis pactar una posible solución con el arrendador para evitar un desahucio o el simple deterioro de las relaciones con el propietario:

Reducir renta

La primera opción que podemos plantear es reducir la renta del arrendamiento. Para ello, es necesario realizar un estudio previo de la renta de mercado para inmuebles similares al nuestro, de forma que conozcamos qué rentas se piden y qué rentas se pagan para poder tener un argumento de negociación. A cambio de la reducción de la renta podemos ofrecer tiempo, es decir, que el arrendamiento tenga un plazo más largo, para compensar al arrendador por la reducción de la renta mensual.

Pactar carencia

Otra alternativa posible es pactar un periodo de carencia de la renta, es decir, un plazo durante el cual no se pague renta, pero esto suele ser un pacto que se realiza cuando el arrendatario lleva a cabo obras en el local para adecuarlo a la actividad pactada. No obstante, se puede intentar un pacto en este sentido ofreciendo a cambio también tiempo, como en el caso de la reducción de renta.

Negociar un subarriendo o una cesión

La cesión y el subarrriendo pueden ser dos posibles opciones si realmente no podemos pagar la renta a pesar de que se reduzca. La cesión supone la entrada de un nuevo arrendatario en el contrato que pasa a subrogarse en todos los derechos y obligaciones del arrendatario anterior. La cesión suele estar prohibida en los contratos de locales y no se puede realizar salvo autorización expresa del arrendador. En este caso, debemos cotejar qué regula nuestro contrato y solicitar, en el caso en que sea necesaria, autorización al arrendador para realizar la cesión teniendo en cuenta nuestra dificultad para pagar la renta.

El subarriendo puede ser otra opción, supone que el inquilino arrienda parte o todo el local a otro inquilino, pero el primer inquilino no deja de serlo. Este supuesto también suele estar prohibido en los contratos, pero al igual que sucede en los casos de cesión, se debe cotejar el contrato y solicitar autorización al arrendador, en el caso en que sea necesaria.

Resolver el contrato

La última opción que nos queda es intentar resolver el contrato de arrendamiento de mutuo acuerdo con el arrendador. En este sentido es importante ver qué se ha pactado en relación a la resolución anticipada, si es posible o no, en qué condiciones se puede realizar y sobre todo si hay que indemnizar o no al arrendador.

En cualquier caso, debemos evitar llegar a una situación límite en la que estemos produciendo un perjuicio al arrendador e intentar resolver la situación de mutuo acuerdo para evitar problemas futuros.

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