Se define como aquella parte residual de los activos de la empresa que quedan después de la liquidar todos los pasivos y deudas.

¿Cuáles son sus principales características?

• Coste financiero: en principio está libre de este coste, aunque existen otros que también tienen incidencia. Por ejemplo, el coste de oportunidad de realizar esta inversión y no otra o el derecho de los accionistas al cobro de dividendos son aspectos a tener en cuenta.
• Exigibilidad: se trata de un tipo de financiación que no es exigible, a diferencia del Pasivo Corriente.
• Uso: debería servir, de la misma manera que la financiación a largo plazo obtenida de terceros, para financiar el Activo No Corriente.

Elementos que lo componen.

Los grupos más importantes que forman el Patrimonio Neto son las siguientes:

• Capital: está formado inicialmente por las aportaciones realizadas en el momento de la constitución de la Sociedad. Pueden ser dinerarias o no dinerarias, siendo las primeras las de más fácil cuantificación. A lo largo de la vida de una Compañía, el capital puede variar, si se producen ampliaciones y/o reducciones del mismo. También, en función la forma jurídica de la Empresa, existe una cantidad mínima u otra.

Por ejemplo, la constitución se puede hacer con 3.000 euros en efectivo o poniendo a nombre de la Sociedad 2 ordenadores por valor de 1.500 euros. En el caso de crear una Sociedad Limitada, simplificando, serían necesarios esos 3.000 euros, si fuera una Sociedad Anónima, 60.000 euros. Si para llevar a cabo una operación de expansión se necesita un capital mayor, esos 3.000 se pueden aumentar en la cuantía que se estime necesaria.

• Aportaciones de socios o propietarios: son aquellas sumas de dinero o bienes que entregan sus dueños a la Sociedad sin que ello suponga que el capital sea mayor. Por ejemplo, la Compañía necesita fijar su sede central en un sitio concreto y el Sr. Y dispone de un edificio, el cual aporta para que se pueda llevar a cabo. A partir de ese momento, el inmueble pasa a ser titularidad de la Empresa.

• Reservas: las forman aquellas sumas de dinero que la Sociedad es capaz de generar con su actividad habitual (el beneficio que obtiene en cada ejercicio). En vez de repartirlo como dividendos a los Propietarios, se opta por dejarlos en la Empresa para financiarla de forma propia con los recursos generados.

Existen varios tipos de reservas: por simplificar, las de uso más habitual son la Reserva legal (como su nombre indica, es aquella que la ley obliga a realizar. Se trata de un porcentaje del capital que debe cumplirse) y la Reserva voluntaria (la forman aquellas sumas que, una vez cumplido la Reserva legal, se deciden acumular en la Empresa

• Resultados negativos de ejercicios anteriores: durante el ejercicio, puede ser que la Compañía tenga beneficios o pérdidas. En el segundo caso, aquellos resultados desfavorables que se vayan produciendo, se irán acumulando en la cuenta de Pérdidas y Ganancias y, en el ejercicio siguiente, se incorporará en la cuenta de Resultados negativos de ejercicios anteriores. Estas pérdidas se compensarán con beneficios futuros que tenga la Sociedad.

• Resultado del ejercicio: se trata del rendimiento que ha tenido la Compañía al finalizar el ejercicio, obtenido de restarle a las Ventas todos aquellos gastos relacionados con la actividad, además de aquellos que sean extraordinarios. En caso de ser positivo, serviría para compensar el grupo anteriormente explicado, hasta dejarlo a cero.

• Subvenciones, donaciones y legados: las Empresas pueden recibir, dependiendo de la actividad que desarrollen, cantidades de dinero provenientes de Organismos Públicos (como regla general nos referimos a las subvenciones) u de otra procedencia privada (por regla general, donaciones y legados).