Asimismo, el compromiso, la orientación a resultados, el trabajo en equipo y la capacidad resolutiva también serían facultades a tener en cuenta. Sin embargo, uno de cada dos inversores cree que los miembros de los equipos emprendedores están faltos de capacidad para adaptarse a los cambios.

«No todos los perfiles encajan para trabajar en todas las fases del proyecto. Al inicio, el peso es eminentemente tecnológico, y se buscan candidatos muy especializado en determinados lenguajes de programación, arquitectos, diseñadores. ¿Por qué? Porque las pruebas son prioritarias y lo que se busca es dar con el modelo de negocio cuanto antes, para avanzar a la siguiente fase» apunta Marta Díaz Barrera, fundadora de Talentoscopio, consultoría responsable del estudio.

Por otro lado, este estudio revela también que sólo el 54% de los inversores asegura que sus socios emprendedores tienen un nivel alto de talento, mientras que 6 de cada 10, reconoce que no tienen suficiente información sobre el nivel de talento que atesora el equipo.

En este sentido, el 96% considera el talento interno de una startup como una de las principales razones que les llevarían a incrementar su nivel de inversión. Además, un 62% de los encuestados considera que es importante conocer el nivel de talento antes de efectuar una inversión.

“En estos momentos en los que los inversores reciben cientos de proyectos, miran con mucho detenimiento cada uno de ellos. Algunos inversores se centran sólo en números, mientras que otros se fijan en sensaciones personales. Más allá de la idea, de la escalabilidad y de confirmar que existe mercado, algunos inversores están empezando a valorar determinadas habilidades profesionales que les den la certeza de que esos fundadores podrán sacar adelante el proyecto y lucharán el dinero que invierten, como si fuera el suyo propio» comenta Marta.

Otro de los datos más siginificativos es que apenas un 45% de los inversores recomienda candidatos para los puestos que se han de cubrir en los proyectos en los que van a invertir, mientras que dos de cada tres asegura definir, junto con los socios fundadores, los perfiles de los futuros empleados.