Aquellas facturas que, a partir de este jueves, no cumplan con este requisito se entenderán que no se adaptan a las obligaciones de presentación en tiempo y forma, por lo que se entenderá incumplida la presentación de la factura en el registro.

Las únicas facturas que se podrán seguir presentando en formato papel son aquellas con un importe inferior a los 5.000 euros y a aquellas que sean emitidas a los servicios de la administración en el exterior, para de esa forma dar tiempo a estos departamentos a adaptarse a la nueva norma de facturación.

Se calcula que un 98% de los proveedores de la administración ya han adaptado sus servicios para poder emitir la factura electrónica, según datos de la empresa de servicios electrónicos Seres.

Al respecto, esta firma especializada explica que las empresas españolas que sirven a las diferentes administraciones -Estado, comunidades y ayuntamientos- han aprovechado el segundo semestre de 2014 para adaptarse a la nueva factura electrónica, un proceso que está especialmente adelantado entre las empresas medianas y grandes.

La factura electrónica supone una adaptación de la factura en papel tradicional al formato digital, con todas las funciones y efectos legales. Este nuevo formato de documento se apoya en la firma electrónica para su validación.

Si quieres saber cómo debes adaptar la facturación de tu negocio a la nueva factura electrónica, puedes consultarlo en el siguiente artículo sobre cómo emitir la nueva factura electrónica.