Muji, la empresa japonesa que nació en 1980, es conocida por la simplicidad tanto de su marca como de su comunicación. Encargada de diseñar y fabricar una amplia variedad de productos de buena calidad, que van desde ropa o artículos para el hogar, hasta la posibilidad de que te monten una casa, los productos Muji destacan por su diseño simple, conciso, sin llegar a ser del todo minimalista.

La fabricación que lleva a cabo Muji es totalmente racional, lo que les permite crear productos universales que, como ellos mismos dicen, «cubren los sentimientos y pensamientos de todas las personas”.

En sus comienzos buscaron racionalizar al máximo proceso de fabricación, para poder crear productos simples, baratos y de buena calidad. Para lograrlo, la empresa examina los productos desde tres perspectivas: la selección del material, el proceso de inspección y la simplificación del embalaje.

Con esta actitud de trabajo, Muji obtiene productos muy puros y frescos, lo que los convierte en especiales frente al resto de productos que copan el mercado en todo el mundo, hoy en día, y que están excesivamente embellecidos.

En todo momento, el objetivo de Muji es proporcionar a sus clientes una satisfacción racional, desean que los clientes pienses «con esto me bastará”, y no «esto es lo que realmente quiero”. Lo que Muji busca es el razonamiento conciliador, que se desprende de la primera afirmación, y desechar el el egoísmo y la discordia que se desprenden de la segunda.

Con esta filosofía y este modo de operar, Muji ha sido acreditada por ahorrar recursos, tener precios reducidos, ser simple y anónima y mostrar interés real por la naturaleza. Todo ello hace que la empresa se enfoque a hacer todo lo posible por estar a la altura de todas y cada una de las afirmaciones por igual.

En los inicios de la marca, las ventas no fueron muy impactantes, pero todo cambiaría pronto con el diseñador Tanaka, quien quiso lanzarse con una propuesta osada. A partir de ese momento, Muji comenzó a convertirse en una marca fuerte, destinada a destacar entre todos los productos del mercado. Poco a poco, la marca consiguió pasar de constituir un mostrador especial dentro de un supermercado a tener su propio establecimiento especializado en sus propios productos.

En la actualidad cuenta con centenares de tiendas en todo el mundo y un catálogo de artículos propios que supera los 7000, todos ellos básicos, simples y puros tanto en su forma como en su función, tal cual dicta la filosofía japonesa.

Tras su nacimiento, se convirtió rápidamente en favorita para muchos clientes, pero si es apreciada por un grupo en especial, ese sería el de los «millenials”, ya que Muji siempre ubica sus tiendas en localizaciones VIP y cerca de las mejores marcas, de este modo consigue destacar en el mundo del lujo por su sencillez y precios medianamente accesibles.

La parte curiosa de Muji es doble. Por un lado, que nadie sabe qué productos han sido diseñados por quién. Entre los creativos y diseñadores de sus artículos se barajan nombres destacados, pero en los productos finales sus identidades nunca están presentes.. A pesar de ello, es sabido que los creativos que trabajan para la marca siguen ganando prestigiosos premios de diseño y formando parte de importantes libros del sector.

Por otro lado, la marca tampoco aparece en ningún artículo, si tu entorno conoce el estilo Muji tal vez pueda identificar sus magníficos artículos en tu hogar, pero si no, no podrán encontrar en ningún rincón del producto una referencia a su marca. Y así, paso a paso, una empresa con un concepto radicalmente distinto, una marca sin marca, cuyo logo es inexistente, se ha ganado un importante hueco en los mercados de todo el mundo gracias a su calidad, sencillez y su filosofía únicas.