Este proyecto se encargará de analizar información sobre la conducción de 3.000 vehículos, 400 de ellos en nuestro país y tendrá una duración de tres años. Asimismo, todos aquellos coches que participen en el proceso de análisis tendrán que llevar instalado en la toma OBD un dispositivo desarrollado por la propia compañía.

El funcionamiento de este dispositivo se lleva a cabo a través de una tarjeta SIM y, además, con un receptor GPS y un acelerómetro, es capaz de recoger información sobre el número de kilómetros recorridos y la velocidad. Además, también capta información sobre datos de aceleración y de frenada en recta y en curva.

Cuando finaliza el proceso de recogida de información, este dispositivo se encarga de transmitir dicha información en tiempo real a un centro de datos y esta se cruza con información meteorológica.

En este sentido, Michelin hará uso de la información para entender cómo utilizan los conductores sus coches y para realizar el diseño de sus productos, puesto que, según apuntaba, Juan José Pedrayes, responsable de Relaciones Externas y Marketing de Michelin España y Portugal, «no todos los neumáticos tienen que tener las mismas características».

Los coches que han sido seleccionados conforman una muestra heterogénea, ya que pertenecen tanto a particulares como a flotas, así como a conductores noveles como experimentados.

Por su parte, Félix Sanchidrián explica que “la información recogida por los equipos telemáticos tiene fines estadísticos y es confidencial, por lo que no será utilizada para ofrecer recomendaciones a los participantes del proceso en relación con una mejor utilización de los neumáticos”.