Estos ‘extorsionadores’ ni crean puestos de trabajo ni fabrican productos simplemente se limitan a intentar sacar beneficio de sus patentes a través del chantaje a las empresas, a las que amenaza con largos y costoso juicios en caso de no abonarles la cantidad requerida.

Un ejemplo de lo anteriormente expuesto es el caso de Ditto, una empresa de venta on line de gafas que fue demandada en 2013 por el ‘troll’ Lennon Imaging Technology. La demanda fue finalmente desestimada, sin embargo, la valoración de Ditto cayó entre 3 y 4 millones de dólares, además de verse obligada a despedir a cuatro de sus quince empleados para pagar los costes legales.