La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los inversores españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros meten en España en ese mismo mes.

En el caso de septiembre, el saldo de estos conceptos arroja una salida de capitales por valor de 2.200 millones, una cifra que supone una desaceleración de lo retirado por los inversores de España en el mes anterior, cuando sacaron del país 5.000 millones de euros.

En el agregado de los nueve primeros meses del año, se han registrado unas salidas netas de capital de 22.300 millones de euros, frente a las entradas de 38.900 millones registradas un año antes en el mismo periodo.

De hecho, en 2013, la mejora de la economía española y la mayor confianza en la misma llevó a los inversores a inyectar en España un total de 88.981 millones de euros después de que en 2012 sacaran 173.191 millones de euros.

En el desglose de los datos, los 2.200 millones de euros que retiraron los inversores de España en septiembre se debe, principalmente, a las salida de 4.500 millones de euros de inversiones directas, debido esencialmente a desinversiones de no residentes, y también por las salidas de 3.400 millones de las inversiones en cartera, fruto de las inversiones de residentes en valores emitidos por no residentes.

En sentido contrario, tanto las otras inversiones (principalmente préstamos, repos y depósitos) como los derivados financieros registraron entradas netas en septiembre de 5.500 millones y 100 millones, respectivamente.

Por su parte, la posición neta del Banco de España frente al exterior registró salidas netas de capital en septiembre de 1.400 millones de euros, frente a las entradas de 1.200 millones en el acumulado de los nueve primeros meses.