Los «Business angel”, los fondos de capital de riesgo, tantos nacionales como internacionales, plataformas de crowdfunding y el apoyo de algunas aceleradoras tienen un escenario de bastante atractivo para todo aquel que quiera emprender desde el punto de vista empresarial.

Por muy buena que sea una idea de negocio, no llega a nada sino se cuenta con un capital suficiente para que pueda ponerse en marcha. Una noticia buena es que hoy en día somos uno de los países con mayor posibilidad de financiación alternativa, dejando atrás el pasado tan importante que tenían no hace demasiado los bancos.

El ecosistema donde se mueve el emprendedor español ya no se encuentra en pañales y ha dado pasos realmente importantes para crear una base potente de inversores, la formación de los emprendedores a la hora de captar capital o la vocación internacional con la que cuentan las start up o la experiencia de muchos innovadores que tienen ya algunos proyectos a sus espaldas.

Como decíamos antes el panorama ha cambiado bastante. Ahora ya no solicitamos solo préstamos a las entidades financieras, ahora vamos a rondas de financiación con fondos nacionales e internacionales.

No debemos olvidar que España en cuanto a emprendimiento es un mercado emergente, todavía hay camino por recorrer y es necesario que los inversores institucionales se interesen por el mundo de las start up para no tener que depender solo de los family office.

Los emprendedores ahora son más conscientes de lo importante que es valorar a la empresa de manera justa. Actualmente las valoraciones son más altas, ya que los emprendedores suelen atacar sectores más amplios.

Otro aspecto en el que se ha mejorado es en nuestro amor propio. Se va viendo que nuestro mercado no es que tenga que ver mucho con el de los «States”, pero también tiene sus ventajas y atractivos. Hace cinco años la mayoría de la financiación era casi en su totalidad pública, aunque había algunos business angel y apenas se podía ver inversores profesionales.

Ahora se pueden ver más fondos y dinero, por lo que, si uno tiene un buen proyecto y con posibilidades de futuro, combinado con llamar a las puertas adecuadas, se puede encontrar financiación.

A pesar de estas buenas noticias, el que exista dinero en el mercado no significa necesariamente que se mueva como debería. Los fondos invierten, cada día más y en las start up con las mejores perspectivas. A pesar de esto, se quejan de salta de “Exits” para las que el “corporate” es fundamental.

Si las empresas de gran tamaño compraras innovación, los inversores se animarían a entrar en compañías emergentes en mayor medida, ya que tendrían garantías de que el horizonte de la desinversión no depende de que se produzca otra ronda.

Esto todavía no se ve en España y se debería producir para que el mercado se vaya dinamizando y aseguraría un futuro tanto a las grandes como a las pequeñas compañías.