Nacido en 1948 en Madrid, casado y padre de dos hijas. Es un ejemplo de alguien que comenzando en lo más bajo de la profesión en el cine logró con astucia y aprovechando oportunidades empresariales ser la persona que tiene más cantidad de derechos de películas en mundo.

La historia de un empresario despierto y con visión de futuro

Comenzó siendo meritorio de cámara en 1966, algo que podríamos asemejar a ser soldado raso en el mundo del séptimo arte. Pasó a ser auxiliar de cámara rápidamente y ejerció en Satanik (1967), también en la mítica «Venta a Alemania, Pepe” en 1970. Lo más alto a que llegó en esta etapa fue trabajar con George Cukor en «Viajes con mi tía” que fue nominada al Oscar.

Se fue ganando fama de buen negociante y de tener buen espíritu comercial, pidiendo permiso para cortar las colas de las películas, unos restos que no usaba nadie y las revendía. Así con muchas cosas que dejaban claro su espíritu comercial.

En 1974 comenzó a trabajar en la producción de películas que fue el inicio de la andadura que le hizo ser el multimillonario que es en la actualidad. En 1976, JVC lanzaba un producto que cambiaría su trayectoria, el VHS, al darse cuenta del tirón, empezó a comprar derechos audiovisuales. En 1980 funda Video Mercury que les hizo ganar mucho dinero y de forma rápida.

Consiguió hacerse con un buen capital, lo que hizo que en la década de los 80 se hiciese con los derechos de alrededor de 1.500 películas. En los mentideros del sector dicen que los compraba a precios casi ridículos, aprovechando situaciones desesperadas o malos momentos económicos de sus propietarios. El piensa que pagaba a un precio que tanto a él como los que se las vendían les parecía bien, un acuerdo en el más estricto sentido de la palabra.

Entre sus caprichos hubo elecciones que casi podríamos decir de visionario, comprando 3 películas clásicas de Buñuel como son «Viridiana”, «El Ángel exterminador” y «Simón en el desierto”. Por las que pagó 110 millones de aquellos años 80. De estas 3 solo la primera le devolvió la gran inversión, siendo la única película española que ha ganado la Palma de Oro de Cannes, un filme imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie de serlo.

Durante todos estos años ha seguido comprando filmes y haciéndose con filmografías entre las cuáles y están clásicos de nuestro cine, como «Barrio” o «Los lunes al sol”. Cerezo dice que compra por gusto y quiere conservar la historia de nuestro cine.

Como decíamos antes en los años 80 se hizo rico y los años 90 le sirvieron para hacerse el gran jefe de la cinematografía nacional. En 1996 empezó a producir en solitario Enrique Cerezo Producciones Cinematográficas y en 1998 le nombraron presidente de EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos Audiovisuales). Actualmente también es el presidente del Atlético de Madrid, un hombre que tiene dos pasiones, el cine y el fútbol, de las que ha hecho su forma de vida.