Diez maneras para encontrar empleados perfectos

Diez maneras para encontrar empleados perfectos

Os voy adelantando que no todo dependerá de tener una formación académica exquisita.

  1. Perfil claro y adecuado

Todo empresario o técnico de RRHH debe tener la completa seguridad de cuál es el perfil que requiere la empresa, pues será clave para determinar lo que se le podrá exigir al candidato y saber cuáles deberían ser sus características personales y profesionales. Y es que es tristemente frecuente que los responsables de contrataciones lancen al mercado anuncios del tipo “experto programador en Java, C++,Cobol, ASP y SQL con amplios conocimientos de biología molecular, cocina italiana y astrología. Requisito imprescindible dominar el alemán, el hindú y el árabe. Salario 750 euros brutos/mes, contrato de 3 meses prorrogables.”, ¿por qué se dan situaciones así? Porque en muchas ocasiones no tienen ni idea de por donde les da el aire. De ahí que de cara a la empresa haya que plantearse una reunión entre los responsables de RRHH y el departamento afectado a fin de poder perfilar correctamente el puesto. Ello ayudará en la eficiencia del equipo de trabajo y en la productividad.

Por cierto, los salarios también deben ser siempre acordes con lo que se solicite, pues aquí pasa como con el plástico, que puede ser bonito y barato, pero que a la mínima se romperá; algo que no pasará con el acero. Nos entendemos, ¿verdad?

  1. Huecos en el curriculum

Se da por hecho que aquellos que se presenten a una vacante cumplirán con lo exigido (aunque no siempre es así, pero bueno…), por lo que antes de concertar una entrevista hay que fijarse en otros aspectos del curriculum que pueden dar muchas pistas sobre el perfil de la persona.

Por ejemplo es muy interesante ver si ha tenido franjas temporales prolongadas en las que no haya trabajado, en cuyo caso habría que ver si en su lugar ha aprovechado ese tiempo para estudiar. Puede entenderse un hueco de unos pocos meses donde el candidato haya estado buscando nuevamente trabajo de manera intensa, pero más allá, sin ver que al menos haya optado por formarse y mejorar, puede dar qué pensar.

Si en cambio se ve que el interesado ha optado por formarse dice mucho a su favor, pues se entiende que no se ha dado por vencido y ha decidido esforzarse por mejorar. Es decir, muestra un espíritu de superación.

  1. Curriculum fotocopiado

Todo candidato que entrega un curriculum lo hace porque tiene interés en trabajar en la empresa en cuestión, y ésto necesariamente pasa por que de una u otra forma tenga constancia de vuestra existencia y funcionamiento; o al menos así es la teoría, pues a la hora de la verdad la gente echa curriculums en cascada. De ahí que haya tres puntos vitales para saber si el postulante realmente tiene interés o ha sido pura lotería que haya acabado en la mesa del entrevistador:

El primero de ellos pasa por que el candidato haya entregado un curriculum con fotografía original, demostrando ésto que al menos se ha tomado la molestia de no fotocopiar la misma y poner a la empresa como una más de la lista donde probar suerte. El segundo punto pasa por que se haya tomado la molestia de escribir una carta de presentación que no sea genérica. Y el tercer punto pasa por que en la entrevista sea capaz de explicar a qué se dedica la empresa y de dar algún dato que muestre su interés. ¿Afirmativo a las tres? Pues merece una oportunidad para ser evaluado para el puesto.

  1. Puestos laborales de baja cualificación en un alto perfil

No todo el mundo cuando termina una carrera o unos estudios técnicos tiene la posibilidad de encontrar trabajo en lo que se formó, y no todos tienen la misma situación personal o familiar. De ahí que haya gente que tras acabar una ingeniería o arquitectura (por ejemplo), y haberse encontrado con el desempleo, haya decidido aceptar trabajos de baja cualificación por necesidad de superviviencia. ¿Ésto es bueno? No, no es bueno; es un rasgo increíblemente bueno. ¿Por qué? Pues porque al igual que en el caso del segundo punto es una persona que ha sabido ganarse la vida aún a pesar de las circunstancias, que muestra responsabilidad (mejor coger un trabajo de menor cualificación e ingresar en el mercado laboral desde abajo que pasarse el día tumbado en el sofá, viendo la Tele 5 y esperando a que les contacten de Google) y proactividad. Un punto a favor.

  1. Una persona que no tiene miedo a decir lo que piensa

Normalmente en las entrevistas los aspirantes a la plaza ofertada suelen estar muy nerviosos, algo que por otra parte es normal. Y rara es la ocasión en la que un candidato, mostrando su respeto hacia el entrevistador, dice que no está de acuerdo con él en determinada cosa. Habrá técnicos de recursos humanos a quienes ésto no les hará gracia y lo despacharán con una sonrisa, pero también habrá quien pensará que esta persona tiene madera de líder. Mucho ojo con estos candidatos, pues son diamantes en bruto.

Hay empresarios que imaginan que no les conviene este tipo de perfiles, pues consideran que pueden traerles problemas sindicales. Y aquí es donde yo pregunto: ¿si la empresa es seria y cumple con los derechos de los trabajadores, por qué iba a tener miedo el empresario? Ejem, ejem.

  1. Prueba de nervios y educación

¿Tenéis la necesidad de contratar un perfil directivo o de mucha responsabilidad? Entonces esta persona tendrá que estar preparada para trabajar bajo presión. Ponedle a prueba y comprobad si es capaz de aguantar la compostura; eso sí, siempre con educación y respeto. ¿Ha mantenido el temple?¿Se ha puesto a llorar?¿Os ha mandado a la m****a? Sacad conclusiones.

  1. Educación general

Que una persona tenga un conocimiento básico de su entorno y de la historia dice mucho acerca de su educación, pero sobre todo de su interés por lo que le rodea y por aprender nuevas cosas. Además de ello tened en cuenta que será un tema vital si vais a realizar una contratación para una plaza que esté en enfilada con los medios de comunicación o el público.

  1. Candidatos con personas y/o responsabilidades a su cargo

Me sabe mal decir ésto, pero por regla general suelen ser mucho más eficientes aquellos empleados que no se puedan permitir perder el empleo por razones económicas. No se la van a jugar con bobadas.

  1. Experiencia en el puesto

Obviamente la experiencia en un empleo de las mismas características tiene un valor fundamental, pues os estará diciendo que requerirá poca formación y que sabe a ciencia cierta cómo hacer las cosas; e incluso podrá aportar nuevas ideas.

  1. Prueba practica

Y aquí viene un momento clave del proceso, aquel en el que los candidatos deben mostrar su valía enfrentándose al trabajo encomendado. Para ello se pueden hacer pruebas; y si bien no se espera que se cumplan a la perfección, pues se requiere de cierta formación, si se esperará que puedan arreglárselas.

Bonus: en el listado no la he puesto, pero obviamente los modales, los gestos y la manera de hablar y expresarse son vitales. No tanto la ropa, pues las apariencias suelen engañar.

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