Martes, 23 de Abril de 2024
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Cómo interpretar las cuentas anuales de una empresa

Cómo interpretar las cuentas anuales de una empresa

El balance, la cuenta de resultados, el estado de flujos de efectivo, y sobre todo la memoria, pueden hacer que la percepción de una compañía pueda cambiar de manera brusca de un momento a otro; haciéndoos ver que la inversión que en un inicio teníais pensada realizar en su capital no es tan buena idea como podíais imaginar.

Hay que tener muy claro por donde hay que enfilar cada lectura, ver cómo se deben interpretar los documentos, y en líneas generales tener un conocimiento mínimo de qué es lo que se os está mostrando; pues de poco servirá que no tengáis un conocimiento básico del contenido. De ahí que para llevar a buen puerto este tipo de investigaciones sea clave que os sirváis de los servicios de un analista, un contable o un economista; un profesional que os pueda dar las respuestas que necesitáis y guiaros de manera efectiva por las cuentas. Ahora bien, eso no significa que debáis delegarle todo a esta persona y carecer de un conocimiento básico para extraer información, así que vamos a ver en esta ocasión unos consejos para interpretar las cuentas anuales de una empresa; aunque sea de manera general.

Cómo interpretar las cuentas anuales de una empresa

  • Leyendo un balance

En el balance os encontraréis de frente con todo tipo de números que expresarán de manera clara el estado real en el que se encuentra la empresa (o debería), pues podréis saber qué propiedades tiene, qué debe, qué le deben, etc. Y claro, como comprenderéis es la columna vertebral de las cuentas anuales de la compañía.

Básicamente os encontraréis todo separado en dos grandes campos: activos y pasivos. El primero son los bienes materiales o inmateriales con los que cuenta la entidad, y el segundo son principalmente las deudas que tiene.

Dentro del primer grupo veréis una separación entre los activos no corrientes, donde está el inmovilizado intangible (propiedades que no son físicas, como licencias de software, dominios web, etc.), el inmovilizado material (los bienes materiales con los que cuenta la empresa para sus operaciones: naves industriales, coches, maquinaria, etc.), las posibles inversiones inmobiliarias, y las financieras (acciones en otras empresas, etc.); y los activos corrientes: las existencias (materia prima, material de oficina, stock en el almacén, etc.), los realizables (pagarés, deudas por cobrar, etc.) y el disponible (dinero de caja, saldo de cuentas bancarias, etc.). Todo ello es lo que realmente tiene en su poder la compañía, y podrá ser mucho o poco dependiendo de cómo este la otra parte, la de los pasivos.

Dentro de los pasivos de la empresa os encontraréis los capitales permanentes, que son por una parte el patrimonio neto (reservas de fondos, capital social, etc.) y por otra parte el pasivo no corriente (deudas a largo plazo); y el exigible corriente, también conocido como “pasivo corriente”, y que incluye las deudas a corto plazo, las obligaciones con la Seguridad Social, el pago a los proveedores, etc.

Echando un vistazo a este cuadro os podréis hacer una idea muy certera de por donde va el asunto antes de recurrir a un especialista que os pueda destripar el documento.

  • Cómo entender la cuenta de resultados

En la cuenta de resultados podréis observar de manera resumida cuál es el estado de la empresa; sin los detalles del balance pero llegando a conclusiones claras. Básicamente os dirá de manera directa qué beneficios o pérdidas tiene la empresa y cómo los ha generado. Y bueno, para comprender este documento hay que hacer una lectura vertical, partiendo del inicio al final, pues habrá datos que vayan solapándose. Ahí van los conceptos básicos que os encontraréis:

  • Primero os cruzaréis con los datos de ventas, a partir de los cuales se van restando los gastos que ha tenido la empresa para llegar a ellas. Finalmente se mostrarán los beneficios netos. Un resumen claro, conciso y efectivo de las operaciones.
  • Ahora os encontraréis con los márgenes brutos y netos. Los primeros son aquellos que se consiguen tras restar los costes de adquisición o fabricación a los ingresos; mientras que los segundos son los que quedan tras quitar todos los gastos, impuestos…, lo que realmente gana la empresa con ese producto.
  • A continuación os cruzaréis con dos términos que habréis escuchado, el EBITDA y el EBIT. El primero de ellos, que en cervantino es conocido como “beneficio bruto”, es básicamente el resultado de restar los gastos de explotación y administración (plantilla, transporte, servicios externos, etc.) al margen bruto; mientras que el segundo viene a ser lo mismo con la salvedad de que también se restan las amortizaciones.
  • Más adelante os encontraréis con el resultado ordinario, que esencialmente es el EBIT contando con el impacto financiero (los intereses de la financiación y de los servicios financieros, además de los posibles ingresos mostrados por esta vía); y con el resultado extraordinario, que viene a aglutinar aquellas operaciones que no tienen nada que ver con la operativa de la empresa (venta de un local de producción, alquiler de unas oficinas que no se usan ya, etc.); se agrega al resultado ordinario.
  • Y finalmente os cruzaréis con el beneficio neto, que es lo que gana la empresa.
  • Cómo interpretar el flujo de efectivo

Este documento será de mucha ayuda para ver cómo gestionan el patrimonio los responsables de la empresa, pues aquí quedan guardadas las partidas económicas generadas y gastadas, conociendo sus orígenes y viendo, entre otros, si se han tomado de la cuenta de operaciones. En resumen, sirve para ver cómo se maneja el dinero en la empresa.

En este punto básicamente tendréis que tener en cuenta que cada partida indicada en los presupuestos sea destinada a lo que corresponde, que no se hayan obtenido fondos ajenos para soportar la tesorería y que no haya descuadres en el efectivo manejado por la empresa.

Esta es una parte muy delicada, ya que hay muchos detalles para mirar con lupa. De ahí que os recomendaría que antes de enfrentaros a este informe echarais un vistazo al de otras empresas para ir acostumbrándoos y viendo las diferencias; y para ello nada mejor que empleando el servicio de cuentas anuales de Infocif; una vía práctica para tener a un clic de distancia las cuentas anuales de las empresas españolas.

  • Qué nos dice la memoria

Este es un documento muy interesante, pues es el que se ocupa de indicar todo aquello que en el resto de las cuentas anuales no haya podido quedar muy claro o que requiera de una explicación más extensa. Aquí es donde se deben dar explicaciones del porqué de que algo no cuadre, de que el ejercicio haya estado fuera de las estimaciones, de que haya habido gastos inesperados, etc. La legislación regula su contenido; y creedme cuando os digo que podría ser la clave para acabar comprendiendo las cuentas de la empresa. Sentaros y leed con detenimiento, que habrá mucho para analizar.

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