Una buena presentación de nuestro proyecto empresarial puede captar la atención de un inversor y que éste decida invertir en nuestra idea.

¿Cuáles son las claves para hacer una buena presentación de una empresa?

En general debemos cumplir cuatro requisitos para poder una presentación de nuestro negocio que sea atractiva:

• Hacer una presentación breve. Para mantener la atención de nuestra audiencia es necesario que seamos esquemáticos y breves.
• Tener claras dos o tres ideas claves. Con el objeto de lograr ser breves, debemos fijar dos o tres ideas importantes que definan a nuestro negocio.
• Utilizar un lenguaje sencillo. No debemos utilizar palabras excesivamente técnicas, de forma que cualquier persona nos pueda entender.
• Utiliza más imágenes o gráficos que texto en la presentación por escrito. En este caso, es totalmente cierto, que una imagen vale más que mil palabras.
• Si la empresa está compuesta por varias personas, es mejor que la presentación la hagan una o dos personas como máximo.

¿Qué contenido tiene que tener la presentación de una empresa?

En cuanto al contenido de la presentación de nuestro negocio es necesario tener en cuenta una serie de sencillos consejos:

• Antes de nada, definiremos en qué consiste nuestro negocio. ¿Qué hacemos? ¿A qué nos dedicamos?
• A continuación, debemos definir cuál es nuestra propuesta de valor. ¿Qué es lo que nos diferencia?
• Es importante, por otra parte, tener claro cuál es el segmento de clientes al que nos vamos a dirigir.
• Un dato fundamental en toda presentación de una empresa, consiste en definir de dónde vamos a obtener nuestros ingresos.
• Si nuestra empresa está formada por un equipo es importante hablar brevemente del equipo, de su formación y experiencia, así como de los cometidos de cada uno de los miembros del equipo en la empresa.
• En el caso en que estemos solicitando financiación ante un grupo de inversores, es importante definir qué cantidad necesitamos para financiar nuestro proyecto.
• Finalmente, deberemos definir el futuro de nuestra empresa exponiendo cómo puede crecer, en cuánto tiempo y qué beneficio económico podrá obtener. En este sentido, es muy importante ser realistas y no parecer prepotentes.

Una vez que tengamos elaborada y optimizada la presentación de nuestra empresa, podremos utilizarla en una gran variedad de actos y eventos adaptándola a cada caso con pequeños cambios: reuniones con posibles clientes, presentaciones ante inversores, eventos de networking, presentación del proyecto en una aceleradora etc.