Fomentar el liderazgo positivo en los niños puede ayudarles en su futuro profesional ya sean trabajadores por cuenta ajena o emprendedores. Pero ¿Cómo le podemos enseñar a un niño a ser un líder?

La importancia de la inteligencia emocional

El aprendizaje de la gestión de las emociones mediante la inteligencia emocional va a permitir a los niños tener confianza en sí mismos y una buena autoestima. La función de los padres será hacerles sentir seguros, celebrar sus logros y hacer que estén rodeados de un entorno positivo.

Fomentar la iniciativa de los niños

Lo que más les gusta a los niños es jugar y la mejor forma de que empiecen a tomar decisiones es dejándoles que proponga juegos. Los padres les ayudarán a establecer las reglas del juego y les escucharán para que los niños sientan que sus palabras se tienen en cuenta.

Enseñar a los niños que no importa el resultado

Tanto si pierden como si ganan en un juego habrán aprendido y esa es la lección más importante. Celebraremos los éxitos de los niños, pero también les ayudaremos a comprender que en muchas ocasiones no se obtiene lo que se quiere, pero lo importante es haberse esforzado y haber sacado lo mejor de uno mismo, y sobre todo haberse divertido.

Ayudar a desarrollar habilidades de comunicación

La comunicación es una de las habilidades más importantes que debe tener un líder. Saber escuchar a los demás, empatizar con las personas y hablar con asertividad con facetas esenciales que los niños aprenderán de pequeños con nuestra ayuda, hablando, escuchando y comprendiendo.

Estimular la independencia

Siempre dentro de los límites seguros que tenga cada edad podemos estimular a los niños a que poco a poco hagan tareas sencillas por sí solos: vestirse, preparar la mesa, comer solos. Son pequeñas cosas que les harán ser cada vez más autosuficientes.

Dejar que intenten las cosas

Siempre manteniendo la seguridad si tu hijo se empeña en que quiere hacer algo déjale intentarlo. Será la forma en que pierdan miedo al riesgo y a tomar decisiones. Un líder por naturaleza sabe tomar decisiones que favorezcan al grupo y ha aprendido a gestionar el miedo al riesgo.

La organización como pieza clave

Una de las cualidades de un líder es la de saber planificar y organizarse para que tanto él como su equipo sea eficaz, esté motivado y sea productivo. Por ese motivo, los niños pueden ir aprendiendo poco a poco a organizarse. Les puedes dejar que participen en la organización de un viaje o en la decoración de su propia habitación de forma que irán adquiriendo confianza.

Enseñar a administrar el dinero

Poco a poco podemos enseñar a los niños el valor de las cosas y cómo se administra el dinero. Aprenderán a gestionarse y a saber el precio de las cosas. Esto se puede lograr a través del juego.