Eso sí, en todos ellos, es necesario un plan de marketing bien desarrollado y disponer de tiempo para llegar a los clientes potenciales. No es una mala opción y, además, quizás sea la fórmula más estable para conseguir el crecimiento del negocio sin perder de vista el objetivo empresarial que pretende el dueño.

Franquicia: alternativa al crecimiento empresarial

Pero, la fórmula más rápida para la expansión del negocio pasa por convertirlo en una franquicia, es decir, la oportunidad de convertir a otras personas en “propietarios” de un sistema de negocio que ya es rentable, que ya funciona, con una imagen, con un sistema de trabajo, con un marketing… Vamos, convertirse en emprendedores, pero eliminando algunos de los puntos que más “miedo” producen a los que quieren empezar un negocio.

En definitiva, la fórmula de la franquicia es bastante simple: el franquiciador permite al franquiciado usar su modelo de negocio a cambio de unos cánones.

Está claro que para el franquiciado, este sistema de negocio ofrece interesantes ventajas que conviene tener en cuenta; pero también para el franquiciador es posible enumerar algunos interesantes beneficios de convertir tu negocio en franquicia: reducción de costes de alquileres y servicios, rápido crecimiento de la empresa, reducción de costes de personal son los más importantes.

En definitiva, la franquicia como medio para el crecimiento del negocio es una solución interesante si lo que es busca es una rápida expansión sin un aumento excesivo de los costes. Pero, ¿Cómo se consigue convertir un negocio en una franquicia?

Cómo convertir tu negocio en franquicia

Conocer el negocio y determinar si es franquiciable

La idea de convertir un negocio en una franquicia parece, a priori, una buena idea, pero ¿Es tu negocio franquiciable? No se trata de una pregunta al azar. No todos los negocios tienen la capacidad de convertirse en franquicias.

De hecho, existen numerosos ejemplos de negocios de éxito que, al transformarse en franquicias, fueron un rotundo fracaso y otros que tuvieron un éxito relativo.

Un negocio franquiciable es aquel que es rentable, tanto en el presente como a medio y largo plazo, es decir, que no está basado en un producto “de moda”; cuyo modelo de negocio es reproducible, o sea que se puede mantener con una estructura de trabajo similar en futuros emplazamientos; y que tiene una imagen que los clientes potenciales asocian a un determinado servicio. O sea: rentabilidad, posibilidad de reproducción y branding.

Cuando una empresa cuenta con estas tres características es posible convertir el negocio en franquicia.

Inscribirse en el Registro de Franquiciadores

El negocio es franquiciable, así que, el siguiente paso es registrarlo como franquicia, para ello existen el Registro público oficial de Franquiciadores, un organismo que depende del Ministerio de Economía y Competitividad y en el que están registradas todas las franquicias en España.

Es obligatoria la inscripción en el Registro de Franquiciadores en los tres meses siguientes al inicio de la actividad y en la oficina de cada una de las Comunidades Autónomas en la que se pretende tener una franquicia.

Elaborar un plan de expasión para las franquicias

El negocio es franquiciable y está registrado como tal, ahora hay que vender el concepto de negocio para que emprendedores que busquen una idea de negocio mediante franquicia encuentren atractivo nuestro modelo de negocio.

Elaborar un buen plan de negocio, contar con manuales para franquiciados y tener un centro de comunicación para aquellos que buscan oportunidades de negocio son esenciales para franquiciar con éxito.

Los negocios en franquicia tienen un tipo de contrato específico y en el que se indica que se trata de una franquicia, se deben incluir las cláusulas de cesión y las condiciones en la que esta se produce (exclusividad, mantenimiento del modelo de negocio, proveedores, confidencialidad sobre productos y o servicios…). Antes de la firma de este contrato, merece la pena advertir a los franquiciados sobre las condiciones de la franquicia, para evitar problemas que pueden ser fatales para el negocio.

En los negocios, la claridad es básica para crecer, así que los posibles franquiciados tienen que tener en todo momento la sensación de que obtienen la mayor información sobre el modelo de negocio en el que están pensando en invertir.

Ser accesible para los franquiciados

Manuales para el inicio de la actividad y para aumentar las ventas, formación continua del franquiciado y de los trabajadores, asesoramiento durante la apertura y continuado durante toda la relación de franquicia, un buen sistema de proveedores y, en definitiva, un sistema con el que el franquiciado sienta que está respaldado durante toda la vida del negocio de la franquicia serán los pilares en los que se asiente el crecimiento del negocio como franquicia.

Quizás, la solución más interesante sea contar con un departamento de la empresa que se encargue de la gestión de franquicias: ventas, apertura, continuidad…

El mejor comercial, nuestros franquiciados

Uno de los consejos básicos que todo emprendedor que busca un modelo de franquicia en el que invertir encuentra es que, antes de optar por un negocio concreto se asesore preguntando a franquiciados o visitando franquicias de negocios que le parezcan atractivos.

O sea, que serán tus franquiciados los que “vendan” el negocio, ya sea de forma directa o indirecta: el interesado puede preguntar directamente a franquiciados o puede acercarse hasta un negocio para conocer de primera mano el servicio, la atención, el funcionamiento…

Un negocio franquiciado que funciona bien y en el que se mantiene el plan de negocio original tiene más posibilidades de crecimiento, para ello, elaborar un buen plan de negocio en franquicia y llevar un buen seguimiento de los negocios en franquicia es necesario.