Viernes, 19 de Abril de 2024
Pulsa ENTER para buscar
Club Empresas Infonif Podcast Rankings Eventos Revistas

¿Cómo debe ser una identidad corporativa?

¿Cómo debe ser una identidad corporativa?

Para conseguir la atención de los clientes, las empresas deben de hacer lo mismo, y más en un mercado tan competitivo como el actual. Las compañías deben conseguir que los consumidores perciban su marca, productos y servicios como únicos o diferenciados del resto. Para que la identidad corporativa tenga éxito y, sobre todo, sea creíble, debe de seguir las siguientes características:

Debe permanecer en el tiempo

No puede ser que, de repente, la empresa cambie su forma de enfocar su imagen y predique unos valores diferentes a los que siempre ha mostrado. Hay empresas que cometen el siguiente error: en el contexto de querer entrar en un nuevo mercado, deciden cambiar si forma de relacionarse para, así, conseguir contentar a este nuevo segmento. Ahora bien, normalmente, estos cambios acaban teniendo un doble efecto negativo:

    • No es creíble para el nuevo público al cual se dirige: las personas con preferencias distintas estarán vinculados a otras empresas que, desde sus inicios, han expresado unos valores de acuerdo con los suyos. Por lo tanto, ven a nuestra empresa como algo alejado a lo que les satisface. El cambio no será creíble ya que lo entenderán como una forma descarada de querer atraerlos sin que la compañía esté realmente convencida de lo que está transmitiendo.
    • Hay el riesgo de perder al cliente fidelizado: el cliente que se ha conseguido vincular se puede perder si la empresa decide tomar un rumbo distinto. Como resultado del cambio puede pasar que prácticamente no se consiga entrar en el nuevo segmento pero que se pierda una cantidad importante del fidelizado.

Debe de ser real

Hay que mostrar una serie de características o atributos de la compañía que sean reales. Hay empresas que perciben que el público al cual les gustaría entrar tienen una serie de preferencias. Ahora bien, la compañía no las practica y nunca lo ha hecho. independientemente de ello, tiran adelante con la campaña correspondiente, con la idea de que, solamente con publicitarlos, será suficiente. El consumidor es perfectamente consciente de todo.

En caso de mostrar una imagen que va en una línea opuesta de las acciones del día a día, tarde o temprano se acabará descubriendo. Además, hoy en día, gracias a canales como Internet, cualquier noticia se puede propagar a una gran cantidad de usuarios en un periodo muy corto de tiempo. De aquí que, hoy en día, el riesgo de adoptar una estrategia de este tipo sea un riesgo mucho mayor que hace unos años. Si la empresa no tiene la identidad corporativa que se quería respecto los clientes que se querían atraer, puede escoger entre llevar a cabo alguna de las siguientes estrategias:

    • Implicarse realmente en aquello que crea la imagen de marca que esperan los consumidores: si la empresa está convencida de que aquel grupo del público es el que necesitan para conseguir las ventas necesarias para proseguir la actividad, tiene que mostrar, con hechos, que sienten las mismas preocupaciones y comparten los mismos valores que ellos. Este cambio no solamente debe de hacerse mediante acciones a nivel externo, sino también interno. Es imprescindible que todos los miembros de la organización compartan el mismo rumbo que se va a tomar. Para ello, hay que explicar muy bien los cambios que se van a introducir y los beneficios que supondrá para toda la empresa en general. Es un proceso largo, no tiene que hacerse con prisas ni de forma precipitada o lo más probable es que no acabe de cuajar.
    • Cambiar el segmento de mercado donde se dirigen: si la empresa, por el contrario, tiene clara que la imagen que quieren transmitir es aquella y no pueden realizar los cambios necesarios en la organización, tendrá que buscar un nuevo segmento de mercado que esté de acuerdo con la imagen que transmiten.

No debe de ser estática e inamovible

Hay que mostrar, en todo momento, una imagen general coherente. Pero, los tiempos cambian y aparecen nuevos temas que pueden preocupar a la sociedad. Por ejemplo, hace unos años no había la conciencia que hay actualmente referente a todos los temas relacionados con el medio ambiente. Dentro de esta imagen sólida y coherente a transmitir, hay que tener cierta adaptación a estas variaciones, dentro del tema central, que se puedan producir.

Propia y diferente

La identidad corporativa debe ser propia y, por tanto, la forma en la que la empresa se dirige y es reconocida por el público debe ser claramente diferenciada del resto de empresas que operan en un mismo mercado o sector. Es de las pocas formas, casi la única, para conseguir la diferenciación en un contexto donde existe mucha competencia que elabora el mismo producto, con igual característica y destinado a satisfacer las mismas necesidades.

Coherencia

El primer tipo de identidad corporativa hace referencia a todos aquellos aspectos de la empresa que son tangibles y que, por lo tanto, no están sujetos a ninguna opinión, como el propio nombre, ubicación o la historia. La subjetiva es, en cambio, la que perciben los clientes en general. Si no se transmite una imagen de acuerdo con la evolución histórica de la compañía, la valoración subjetiva será diferente a la objetiva y no se transmitirá la imagen de solidez que se busca. Además, creará desorientación, porque el cliente no sabrá realmente qué es la empresa y cuáles son sus valores: los que predican o los que han practicado a lo largo del tiempo. Hay que decir que, normalmente, la mayoría de clientes entenderán la imagen de la empresa de acuerdo con lo que ha hecho al largo del tiempo no por lo que publiquen en un momento determinado.

campanya renda Generalitat
Turismo-sostenible
Turismo-sostenible
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta