Cómo ahorrar montando tu oficina en casa

Cómo ahorrar montando tu oficina en casa

Aspectos en los que ahorramos trabajando desde casa

Si has decidido trabajar desde cada podrás ahorrar dinero en varios aspectos que te permitirán tener una cierta seguridad hasta que logres tener ingresos y puedas alquilar una oficina.

Alquiler de una oficina

El primer gasto que te ahorrarás montando tu oficina en casa es la renta de alquiler de una oficina. Tener un gasto fijo (la renta del arrendamiento) que pagar cada mes puede ser algo negativo si estás empezando con tu proyecto.

Existen muchas posibilidades a la hora de alquilar una oficina más caras y más baratas, pero todas suponen un coste mensual fijo al que tendrás que hacer frente.

Luz, agua, internet

El hecho de trabajar desde casa hará que no pagues gastos como la luz, el agua o la conexión a internet de tu oficina, por lo que tendrás tres gastos fijos menos al mes si aprovechas los suministros que tengas en casa.

En cuanto a la luz también puedes ahorrar utilizando la luz del día en lugar de encender las luces, apagando y desenchufando el ordenador y la impresora cuando no los vayas a utilizar y apagando las luces cuando tengas que salir.

Gastos de desplazamiento

El hecho de tener que acudir cada mañana a una oficina requiere un desplazamiento de tu casa a tu lugar de trabajo, con el tiempo que ello conlleva y el gasto en transporte público o en gasolina si te desplazas en coche. Si trabajas desde casa te ahorrarás este gasto y aprovecharás mejor el tiempo. Esto te permitirá, además, conciliar mejor tu vida familiar y profesional.

Gastos de comunidad e impuestos

En el arrendamiento de una oficina es habitual que se repercutan al arrendatario los gastos de comunidad del inmueble como un concepto separado de la renta, lo que encarece el alquiler. Además, también se pueden repercutir al inquilino impuestos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o la Tasa de Basuras.

Gastos de mantenimiento y limpieza

Alquilar una oficina también supone tener que hacer frente a una serie de gastos de mantenimiento para que se encuentre en buen estado de conservación y gastos de limpieza si contratamos a una persona para que la realice.

A pesar de todo lo anterior y de que ahorrar montando una oficina en casa es una ventaja evidente, trabajar desde casa también tiene sus inconvenientes puesto que requiere una gran fuerza de voluntad para ponernos objetivos cada día y cumplirlos, no dejar que cualquier distracción nos interrumpa, saber separar nuestro tiempo de trabajo y de ocio.

No obstante, existen soluciones intermedias que puedes valorar como los espacios de coworking en los que compartes una oficina con otros profesionales, lo que supone un ahorro en los costes de alquiler y que se pueden crear sinergias y surgir nuevas colaboraciones con otros profesionales.

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