Pues bien, vamos a analizar esta figura que no es tan conocida como las Personas Jurídicas (Sociedades, por ejemplo) al uso y que, dependiendo del caso, puede resultar interesante usarla respecto a las Compañías tradicionales.

Podemos decir que surgió como una medida dirigida a fomentar la actividad emprendedora. Para ello, se creó un marco legal que evitara, aunque fuera de forma parcial, que el autónomo respondiera con todos sus bienes de las consecuencias negativas que pudieran surgir fruto del desempeño de su actividad.

¿Qué requisitos se deben cumplir?

Para acceder a las ventajas de este régimen, basta con ser una Persona Física que desarrolla una actividad económica, dentro de los parámetros previstos legalmente. Por tanto, se extiende tanto a autónomos como a empresarios individuales y a profesionales que estuvieran ejerciendo su actividad con anterioridad a la entrada en vigor de esta normativa en 2013.

La principal ventaja que se consigue, como hemos dicho, es la de excluir la responsabilidad sobre su vivienda habitual por aquellas deudas que sean contraídas en el marco del desempeño de su actividad. No obstante, la legislación establece como límite que el valor de este inmueble no supere los 300.000 euros o, en su defecto, los 450.000 euros en el caso de que la vivienda se encuentre situada en poblaciones de más de un millón de habitantes.

De forma paralela, los autónomos deben tomar en consideración que esta figura no les ampara respecto a todas las deudas, sino que únicamente se encontrarán protegidos por aquellas que tengan su origen en su actividad profesional. Por tanto, no encontrarán protección respecto a aquellas deudas de tipo familiar y particular, así como a sus deudas con la Agencia Tributaria o con la Seguridad Social, además de por aquellas cantidades contraídas con anterioridad a haber adquirido la condición formal de Empresario de Responsabilidad Limitada.

¿Cuáles son los pasos que se deben seguir para acogerse a este Régimen?

Una vez vistos cuáles son los requisitos que se deben cumplir, vamos a analizar cuáles son los pasos que hay que seguir para acogerse.

La normativa establece que el Autónomo debe acudir a un Notario para declarar formalmente su voluntad de adquirir la condición de Empresario de Responsabilidad Limitada. Esta declaración debe hacerse en Escritura Pública.

En este acto deberá además indicar, tanto la actividad que va a ejercer como la identificación de cuál es su vivienda habitual, dado que de esta forma quedará excluida de la responsabilidad por el desempeño de su actividad profesional.

Con ello, deberán hacerse los trámites que correspondan para efectuar la inscripción del interesado como Autónomo de Responsabilidad Limitada en el Registro Mercantil y la vivienda ante el Registro de la Propiedad.

Por último, se deberá hacer constar en toda la documentación la condición de Autónomo de Responsabilidad Limitada, así como someter a auditoría las Cuentas Anuales correspondientes a su actividad empresarial, debiendo ser depositadas en el Registro Mercantil.