Planificar es la base de cualquier tipo de mejora que te propongas en tu productividad diaria, semanal o anual. Ponte una meta, plantea las acciones a seguir, las fechas en las que realizar las acciones y mide tus resultados.

Fija metas diarias

Como decíamos anteriormente, es preciso fijar metas diarias para tener claro qué tenemos que hacer cada día, pero también es importante distribuir las tareas a lo largo de la semana para evitar que se concentren en unos determinados días.

Averigua cuáles son tus horas de mayor motivación

Todos tenemos momentos del día en los que nos sentimos con mayor energía y más motivados. Aprende a identificarlos y a hacer tareas importantes en ese momento. Estas horas de mayor motivación pueden cambiar a lo largo de nuestra vida, pero siempre será importante identificarlas para aprovechar esos momentos.

Haz primero lo más complicado

Cuando tenemos muchas cosas que hacer tanto en nuestra vida personal como profesional tendemos a dejar lo más complicado para el final, pero lo aconsejable es hacerlo al principio, porque si lo dejamos para el final del día estaremos cansados y no podremos concentrarnos bien, sin embargo, al principio del día estaremos despejados y lo haremos más rápido.

Evita estar siempre en línea

La tecnología nos ayuda mucho en nuestro día a día y en el trabajo resulta una herramienta esencial para muchas personas. Pero no es necesario que estés siempre disponible porque de esa forma te pueden interrumpir con llamadas y mensajes en cualquier momento.

Cuando planifiques tu día reserva una hora determinada del día para revisar el móvil, devolver o hacer llamadas, o leer los mensajes de WhatsApp, de esta forma mejorará notablemente tu productividad.

Ordena tu casa y tu lugar de trabajo

Otro factor que afecta de forma significativa a la productividad es el orden. Si tenemos ordenada nuestra casa y nuestro lugar de trabajo, sabremos dónde está cada cosa y no perderemos tiempo buscándola cuando la necesitemos.

Sal de la oficina y descansa

Es esencial buscar momentos de desconexión y descanso cada día. Por ejemplo, cada dos horas puedes salir de la oficina o al menos levantarte de tu puesto de trabajo y dar una vuelta. Además, es importante respetar las horas de descanso nocturnas e intentar tener un horario fijo. La desconexión y el descanso te permitirán mejorar tu energía y tu productividad.

Practica deporte

La práctica del deporte nos permite tener una mente y un cuerpo sanos. Cuando planifiques tu día a día reserva un momento para hacer deporte, te aportará energía positiva y te ayudará a pensar con mayor claridad.

Busca un lugar tranquilo para trabajar

Las personas que trabajamos desde casa necesitamos encontrar un lugar tranquilo para sacar adelante nuestro trabajo sin interrupciones. Es importante para la productividad que tengas un despacho, un rincón donde nadie te moleste para poder concentrarte.