Se tratan de deudas de baja cuantía, pero que sin embargo para ellos es la diferencia entre “mantener los negocios a flote o hundirse”, comentó un proveedor anónimo a Las Provincias.
Estos pequeños proveedores se quejan de que se les adeudan pagas desde hace meses, incluso desde octubre de 2012. Esta situación ha provocado que muchos de estos se lo piensen mucho antes de presentarse a los concursos o contratos municipales.
Uno de los proveedores explica que antes, presentar una factura pendiente de pago del Ayuntamiento servía de aval para acceder a crédito o a un adelanto, pero que ahora ya no es así, porque se duda del pago, se puede leer en el diario valenciano.
La directiva europea sobre pago a proveedores, en el caso de las administraciones públicas, fija en 30 días naturales el plazo tope para abonar las facturas. En caso de incumplimiento, el proveedor tendrá derecho a percibir intereses legales de demora.