Pasivo corriente, las obligaciones de la empresa

Pasivo corriente, las obligaciones de la empresa

Los rasgos que lo caracterizan son los siguientes:

Duración: se prevé, por regla general, que estas deudas no tendrán un vencimiento superior al ejercicio, por lo que se considera que son a corto plazo.

Coste: suponen un coste financiero para la empresa. Por ejemplo, la solicitud de un préstamo para la compra de una maquinaria, implicará el pago de una serie de intereses y comisiones.

Valoración

Dependiendo de las diferentes situaciones por las que puede pasar un Pasivo, podemos encontrar distintos criterios de valoración. Los más significativos son las siguientes:

  • Coste histórico o coste de un pasivo: es el valor que corresponde a la cuantía que se recibe a cambio de incurrir en una deuda. En algunos supuestos también puede ser la cantidad de efectivo que se espera entregar para liquidar una deuda con los recursos habituales del negocio.
  • Valor razonable: importe por el que puede ser liquidado un pasivo, operación en la cual las partes interesadas disponen de toda la información y se hace en condiciones de total independencia para decidir.
  • Valor contable: es el importe por el que un pasivo se encuentra registrado en Balance.

¿Qué partidas se encuentran en el Pasivo No Corriente?

  • Deudas a corto plazo: se recogen las obligaciones con terceros dentro del ejercicio, como pueden ser préstamos, créditos, obligaciones u otros pasivos financieros que se hayan obtenido a través de financiación externa y que serán exigibles de forma inmediata, debiendo dedicar recursos la Empresa para poder hacer frente a ellos y reembolsarlos.
  • Provisiones a corto plazo: suponen obligaciones para la Compañía derivadas de su actividad habitual, por lo que deberá realizar una provisión con cargo a cuenta de gastos.

Un supuesto puede ser el siguiente: un negocio de electrodomésticos ofrece un servicio post-venta (una garantía) a un cliente. Para poder cumplir con ese servicio deberá hacer esa provisión, puesto que es una posibilidad que puede producirse.

Acreedores comerciales y otras cuentas a pagar: hace referencia a aquellas obligaciones que son fruto de la actividad habitual de la Compañía, como pueden ser con Proveedores o Acreedores.

La Sociedad ZZ adquiere 10 toneladas de metal para su proceso productivo pero llega a un acuerdo con su proveedor para no pagar el importe de la compraventa hasta pasados 6 meses. Durante ese tiempo, en el Balance se reflejará la deuda con el Proveedor.

Del mismo modo ocurre cuando la misma empresa solicita, por ejemplo, el servicio de un abogado para la compraventa de un inmueble. No se imputará a la cuenta de Proveedores, sino a la de Acreedores, puesto que es una operación no relacionada con la actividad habitual. La misma consideración tienen los Suministros (agua, luz, teléfono).

Pasivos vinculados con activos no corrientes mantenidos para la venta: se reflejarán aquellas deudas que desaparecerán porque la empresa tiene intención de vender el inmovilizado que lleva aparejada.

Por ejemplo, hace 2 años, la Empresa XY adquirió 4 furgonetas y para ello solicitó un préstamo bancario. Hoy, ha decidido venderlas, puesto que no le son necesarias, con lo cual se procederá a liquidar el préstamo y no se mantendrá contablemente.

Periodificaciones a corto plazo: en este grupo se incluyen aquellos ingresos e intereses que se contabilizan en el ejercicio presente pero corresponden al futuro.

Por ejemplo, una venta se efectúa a 31 de Diciembre, el cliente lo paga al momento pero el servicio se prestará en Febrero del año siguiente.

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