Aunque en España continuamos celebrando el aniversario de la llegada de Netflix y la avalancha de nuevo contenido que hacen las delicias del público español. En Estados Unidos, que cuenta con un catálogo bastante más grande, ocurre lo contrario. Cada año que va pasando, Netflix pierde más contenido.

Según los datos del blog Exstreamist, especializado en streaming, el catálogo de Netflix en 2012, contaba con más de 11.000 películas y series. Si extraemos datos de uNoGs, la cifra que arroja en 2016 es de solo 5.300 títulos.

¿Cuál es la razón para este descenso?

Ciertamente, es complicado saber las razones de esto y no es algo que debiera preocuparnos al menos que nos guste tener muchas películas o ver series y películas antiguas o poco conocidas. Netflix en los últimos tiempos ha apostado mucho por las series de producción propia.

Estas series necesitan fuertes inversiones que hace que la compañía de Palo Alto no invierta tanto en comprar a terceros, pero esto nos ha dado «Daredevil”, «Narcos” o «Stranger Things”. A finales de este año, Netflix da por seguro que tendrá publicadas 600 horas de contenido propio.

Algo que podemos debatir es si el mundo del cine aceptará de buen grado la entrada de Netflix en el mercado. La compañía ya se ha encargado de revolucionar el concepto de televisión, extendiéndose su sombra profundamente sobre el territorio tradicional de Hollywood, donde muchos de los productores y directores todavía piensan no en medios digitales, sino en salas de cine.

Por el momento el gigante norteamericano del streaming lo está haciendo realmente bien y no tiene visos de que deje de hacerlo. La clave como siempre está en hacer una selección de contenidos que la gente quiera ver.

Realmente, la llegada de Internet ha hecho posible que tengamos acceso a multitud de contenido y Netflix prefiere invertir en sus propios contenidos que además tienen buena aceptación que en luchar por tener un catálogo inmenso donde tengan películas que no ve nadie o que lo ve un reducido número de gente.

En nuestro país, el modelo es de suponer que pasará a ser como el norteamericano en cuestión de tiempo, pero está claro que la oferta debía aumentarse a unos fondos algo más amplios para el público que no solo quiere ver series.

Veremos hacia donde se dirige Netflix, su manera de entender el negocio le va francamente bien y a su manera están haciendo historia en el negocio audiovisual.