La piratería en la industria de la música

La piratería en la industria de la música

La industria musical se frotaba las manos ya que parecía que los años siguientes serían de abundancia. Todos estos buenos pronósticos se rompieron con la entrada en ese mismo año de los programas Peer to Peer en los ordenadores de medio planeta. Napster comandaba una de esas opciones que fue sencillamente, el principio del fin de la industria musical tal y como la habíamos conocido.

En 2010 las compañías multinacionales de CD ganaban la mitad que hacía una década y en esos años se despidió a miles de empleados, así como en los años siguientes. Una industria enorme se había quedado reducida prácticamente a la nada.

La gente en su mayoría dejó de pagar por la música o, al menos dejó de gastarse el dinero que se dejaba al año en música. Esto hizo que fuera imposible recuperar la costumbre de comprar copias en formato físico como antes.

Actualmente, el streaming y las ventas digitales han superado ya a las que se obtienen por CD, alguno podrá haber hablado del vinilo, pero es algo minoritario. La realidad es que aquella industria que alcanzó su techo económico en el año 2.000 hoy ya no existe como tal.

Estos años hemos visto crecer nuevos sistemas, cayó Napster, crecieron los torrentes de descarga, The Pirate Bay, el aumento en el precio de venta de los discos, el nacimiento de plataformas como Spotify o el aumento sin ningún esfuerzo de nuestra discografía.

Todos conocemos esos nombres, pero quienes inventaron los programas, ¿cuáles eran las personas que filtraban esos discos que luego después todos escuchábamos?

Se dice que aquel hombre fue Bennie Lydell Glover, quien Stephen Witt en su libro dice que es uno de los responsables de la transformación de la industria, el libro se llama “How music got free” y en él se cuenta como se inventó el formato mp3, como se aceptó por el público como estándar de audio comprimido y como una comunidad de contrabandistas rompió las medidas de seguridad de las fábricas de discos para filtrarlos siempre a la red dos semanas antes de que salieran los álbumes más famosos del momento.

Dell como era conocido, trabaja en la planta de Polygram en un pueblo de Carolina del Norte, se ocupaba de meter los Cd en sus cajas, siendo uno de los primeros que veían el producto terminado antes de ponerse a la venta. Nunca intentó robar un disco, pero sí que vio que algunos empleados de la fábrica lo hacían. A los pocos días podían comprarse en mercadillos locales.

A Dell le captó un hombre llamado Kali que quizás sea el mayor filtrador de música mediante ripeo de Cds y llamado RNS (Rabid Neurosis). Su afán era ser el primero por mero ego, la recompensa de los piratas era el subidón de acceder a ellos de manera gratuita. Dell se aprovechaba de los contrabandistas y recibía una copia que después pasaba a MP3, llegó a proporcionar 20.000 novedades en la red.

Dell no obtuvo grandes ganancias más que pequeños sobresueldos que le sirvieron para tunear el coche o comprarse una cadena de música o tener a su alcance las novedades de música o cine con suma facilidad.

¿Qué fue de la gente de RNS? En palabras de uno de sus miembros, ahora hacen como todo el mundo, pagan sus 9 euros mensuales por Spotify y sin mayores problemas. La gente no quería pagar y volver a pagar. Ahora pagan una cuota y tienen acceso a todo lo que quieren, una manera de gastar dinero en música, pero con mayor acceso a lo que se quiera escuchar y sin ocupar espacio. Las discográficas ya no ganan tanto y el negocio ha cambiado, aunque todo empezó de la manera más sencilla, la piratería arruinó a la industria.

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