Bootstrapping, emprender sin recursos

¿Es posible emprender un negocio sin recursos o con muy pocos?

Conseguir financiación no es fácil, pero emprender sin ella es posible, así que átate las botas y lánzate a la piscina.
En los negocios, el bootstrapping se refiere a la propia financiación de las empresas, es decir, a aquellos negocios que salen adelante con sus propios ahorros y gracias a los ingresos generados por su facturación.

Son startups que no dependen de una financiación externa, por lo tanto trabajan en su proyecto manteniendo todo el control sobre el mismo, y sin tener que pararse a pensar ante cada decisión importante, que detrás hay alguien esperando el dinero que les prestó.

Durante los años de crisis económica esta fórmula ha cobrado protagonismo, sobre todo, porque conseguir financiación durante estos años ha sido muy complicado. Está bien no depender de otros, pero hay que tener valor para «atarse las botas” porque, en estos casos, el emprendedor es quien asume todo el riesgo de las operaciones que maneja.

Aún así, cuando tienes una buena idea de negocio y lo sabes, has de apostar por ella, aunque ni aquellos más allegados a ti lo vean claro, tú sabes que puede salir muy bien. Entonces comienza el trabajo, sacar adelante el proyecto sin ayuda de inversores externos es complicado pero no imposible.

Startups como Talentank, 5cook, Sabor Place o Maredas, lo han logrado, han sacado adelante su proyecto practicando el bootstrapping y no les ha ido nada mal. Entonces ¿por qué no probar?.

España ocupa el quinto puesto en startups a nivel internacional, no es que sea para tirar cohetes, porque en Estados Unidos o India el número de startups es muchísimo mayor, pero tampoco está nada mal. Con el paso de los años (años de crisis) el número de emprendedores y startups ha aumentado mucho en España, haciendo visible el peso que este tipo de negocio está adquiriendo en el país.

Pero, ¿qué prácticas siguen aquellos que se deciden a emprender sin financiación externa? Porque está claro que las ideas son gratis, pero, de ahí en adelante, todo lo demás se paga y no es poca la inversión que hace falta. En España, la mayoría de startups optan por constituir una Sociedad Limitada, lo que les supone un desembolso de 3.000€ de entrada, al que luego hay que ir sumando todos los gastos legales y aquellos necesarios para lanzar y mantener el negocio.

En el bootstrapping, el primer paso básico es validar el proyecto. Es decir, emplea todos los recursos a tu alcance, como encuestas a pie de calle o a través de tus redes sociales, para comprobar que la idea gusta, obtener pistas de qué partes o cosas mejorar, etc.

Céntrate en el cliente, fidelízalo, porque no se trata de convencer a ningún inversor de que tu proyecto merece dinero, se trata de encontrar y ganar nuestros clientes potenciales, aquellos que comiencen a generarnos ingresos.

Otra forma de enseñar al mundo lo valiosa que es tu idea de negocio es presentándola a todo tipo de iniciativas o concursos, como Global Startup Battle. Salir escogido en este tipo de eventos ayudará bastante a tu negocio, ya sean eventos a nivel local o internacional.

El dinero puede llegar de muchos lugares, y hacer uso de las muchas herramientas y programas que pueden ofrecer apoyo a los emprendedores, es una forma de conseguirlo. Defender tu idea y enseñarla al mundo en eventos como Think Big de Telefónica, Microsoft Azure o Elevator Pitch, te puede proporcionar renombre e ingresos.

Participar en Google Actívate te ayudará a entender muchos puntos del emprendimiento y a decidirte a dar el salto a la piscina. Además, crearás relaciones personales en cada evento, curso o feria que participes, lo que también te puede servir de gran ayuda para múltiples facetas del negocio.

Si estás pensando en emprender practicando el bootstrapping, ten en cuenta, siempre, que en este tipo de emprendimiento deberás reducir tus expectativas inmediatas de negocio, es decir, lo primero será centrar tus esfuerzos en desarrollar lo mejor posible la idea, y reinvertir los ingresos que genere en nuevos avances progresivos del negocio.

No habrá beneficios hasta que el negocio esté bien implantado en el mercado, por lo tanto, asegúrate que cuentas con otra fuente de ingresos en paralelo, de lo contrario, sobrevivir será complicado. En este tipo de emprendimiento, lo ideal es tener socios, entre todos el negocio se lleva mejor.

Algunos expertos ya han desarrollado consejos necesarios para todo emprendedor que quiera lanzarse con el bootstrapping, es el caso de Guy Kawasaki, muy influyente en el campo de la innovación, las startups y el nuevo management, que recomienda:

1. Céntrate en la caja, no en la rentabilidad.
2. Planifica de abajo a arriba.
3. Primero entrega y luego prueba.
4. Olvida eso del equipo “con experiencia”.
5. Empieza como empresa de servicios.
6. Pon foco en la función, no en la forma.
7. Escoge bien tus batallas.
8. Siempre ve escaso de personal.
9. Ve directo al cliente.
10. Posiciónate contra del líder.
11. Coge la “pastilla roja”.

 

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