Durante los últimos años, con la crisis económica que ha afectado al sector inmobiliario, la compra de viviendas ha disminuido y el mercado de alquiler se ha visto beneficiado por el aumento de la demanda de pisos para alquilar.

Determina tus necesidades y tu presupuesto máximo

Lo primero que es preciso que pienses es qué necesitas. Qué características es preciso que tenga el piso que quieres alquilar: superficie, distribución, muebles, orientación, altura, tipo de calefacción, electrodomésticos o no y localización. Con tu listado puedes ya puedes comenzar a buscar.

Cómo buscar

La opción más sencilla es buscar por internet a través de las diversas páginas webs que existen. Tienen la ventaja de que puedes filtrar la información según lo que buscas y de que podrás poner alertas que te avisen si un piso que has visto cambia de precio, por ejemplo.

Otra opción para la búsqueda es la contratación de un consultor inmobiliario que te ofrecerá los pisos que tenga en cartera y que encajen con tus necesidades o te buscará uno según lo que le comentes. En estos casos, deberás tener en cuenta que te podrán cobrar unos honorarios que suelen consistir en una mensualidad de renta.

La tercera opción es acudir a la zona que te gusta e ir viendo los carteles de «Se alquila” por la calle, llamar y visitarlos.

Llamada y visita del piso

Si has buscado por internet o has cogido el teléfono de pisos que has visto por la calle, tendrás un listado de pisos que te interesan y llega el momento de llamar. La llamada Telefónica es un momento muy importante en el que tendrás que recabar la máxima información posible sobre el piso:

• Importe de la renta.
• Número de habitaciones y baños.
• Superficie, orientación y altura.
• Si el piso está o no amueblado.
• Gastos de comunidad incluidos o no en la renta.
• Tipo de calefacción.
• Garantías que solicita el arrendador.
• Qué documentación solicita para acreditar solvencia (contrato de trabajo, nóminas).
• Cercanía con medios de transporte, supermercados, colegios, centros comerciales.

Una vez averiguado lo anterior, habrás seleccionado varios pisos para visitar. En el momento de la visita es preciso que te fijes muy bien en el estado del piso y de los muebles (si se alquila amueblado), así como en el entorno y en el edificio donde se encuentra el piso.

Negocia el contrato

De todos los pisos habrá uno que te interesa particularmente, así que llega el momento de negociar los aspectos del contrato de arrendamiento: renta, obras, garantías, duración, mantenimiento, pago de impuestos (IBI) y de gastos de comunidad.

Para la negociación del contrato puedes acudir a un abogado para que te asesore sobre las obligaciones derivadas del contrato de alquiler y que negocie por ti con el propietario.