Por ese motivo, es importante tomarse un tiempo para reflexionar y evitar los errores más comunes en el momento de crear una startup.

A continuación, os proponemos algunos de los errores habituales y que deberemos considerar en el momento de comenzar con una startup:

No tener claro el modelo de negocio

Muchos emprendedores comienzan su negocio sin tener claro a dónde quieren llegar, es decir, cuál es su objetivo. Por ello, es necesario formarse en lo que sea necesario antes de comenzar el negocio, para tener todo claro y elaborar un plan de negocio que pueda ser una presentación para futuros inversores, colaboradores, proveedores o clientes.

No aprender de los errores

Todos cometemos errores, incluso los grandes empresarios, y es cierto que la suerte influye, pero lo importante es cómo procesamos el éxito y el fracaso. Por ejemplo, Steve Jobs fue un perdedor porque le despidieron de su propia empresa, pero lo procesó y aprendió. Por lo tanto, lo importante es alejar cuanto antes la culpa y procesar lo que nos ocurra para rectificar rápidamente.

No escuchar al cliente

Cuando comenzamos con una empresa debemos estar seguros de que nuestro producto o servicio cubre una necesidad real de los clientes. Es decir, se trata de hacer un estudio de mercado previo para escuchar a la gente, ver qué necesitan y actuar en consecuencia. De ese modo podremos adaptar y rectificar nuestro modelo de negocio a una necesidad real.

Asociarte con amigos y familiares sin firmar un pacto de socios

Asociarnos con amigos y familiares es bastante común en un negocio que comienza, pero a pesar de la confianza que tengamos es esencial firmar un pacto de socios, que deje claro qué aporta cada persona, que hace cada uno y cómo se van a repartir los beneficios. Con un pacto de socios evitaremos problemas en el futuro o malos entendidos.

Delegar el desarrollo del producto o servicio en una empresa externa

Muchos emprendedores cuando comienzan suelen delegar el desarrollo de su producto o su servicio a otra empresa, esto es un error porque no tienen el control al depender de otro. En este sentido lo aconsejable es desarrollar tú mismo el producto o tener un socio de confianza que lo haga.

No seleccionar correctamente a tu equipo

Selecciona a las personas que van a formar parte de una startup no es fácil porque no es una empresa tradicional sino una empresa que se tendrá que ir adaptando a lo que sucede muy rápidamente. Por lo tanto, no todo el mundo está preparado para trabajar en una startup.

No intentarlo

La motivación, la perseverancia y la fuerza de voluntad son requisitos esenciales de cualquier emprendedor, ya que deberá luchar día a día con todos los obstáculos que encuentre y mantener motivado a su equipo. A veces se nos presenta oportunidades que desaprovechamos porque pensamos que nos van a decir que no, sin darnos cuenta de que debemos intentarlo siempre.